Concentración popular en Ciénaga de Oro
En esta contienda electoral solo hay un candidato oriundo de la costa y se llama Gustavo Petro.
Petro nació en una casa humilde en el municipio de Ciénaga de Oro en el departamento de Córdoba en el Caribe colombiano.
En ese hogar aprendió la palabra dignidad que habría de marcar la lucha por la igualdad social y la democracia que ha forjado su vida.
Desde hace 118 años Colombia no ha tenido un presidente oriundo de la Costa. El último (en realidad el único) fue Rafael Nuñez que gobernó en cuatro periodos entre 1880 y 1894.
Ahora Petro emerge como un candidato que puede ganar las elecciones en la primera vuelta si sus electores logran multiplicar por tres la votación obtenida en la Consulta interpartidista del 11 de marzo.
En la costa lo quieren, la gente llena las plazas, abre bodegas, pinta mural, compone vallenatos y porros. Uno ve gente estudiando los cinco puntos del programa de gobierno de Colombia Humana.
“Me gusta cuando dice que podemos volver a cultivar la tierra, producir alimentos, salir de la pobreza con el trabajo que solo es posible cuando uno se gana el pan con el sudor de la frente”, dice un líder campesino de Córdoba.
“Yo quiero ir a la universidad” dice un joven que hace dos años se graduó de bachiller y no tiene posibilidad de pagar educación privada.
En la Costa Petro gana las elecciones, convoca afectos, proclama derechos y provoca esperanza.
Esta semana Petro vuelve a su tierra. Visitará el miércoles 4 de abril el municipio de Magangué, epicentro de la captura mafiosa del poder local y escenario de renacimiento del poder popular.
El jueves 5 de abril estavo en los municipios de Mompox (Bolívar) y El Banco (Magdalena).
El viernes 6 de abril Petro hace un recorrido por Lorica, Ciénaga de Oro y Montería en el departamento de Cordoba.
El sábado 7 de abril Petro va al epicentro de los Montes de María, al municipio del aguacate, la resistencia y la vida, Carmen de Bolívar. El mismo día cierra la gira por la Costa Caribe en el municipio de Soledad en el departamento del Atlántico.
Es el Caribe de la vida y la alegría multicolor de un pueblo que se emociona cuando escucha decir: “Me llamo Gustavo Petro y quiero ser su presidente”. Ese pueblo costeño sabe que así va ser.
Multitudinaria manifestación en Montería.
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