· * Se
mantiene firme la exigencia de la reubicación de los peajes, causa principal del
estallido social en los municipios del eje bananero antioqueño. Cuidado señores del Gobierno, no puede existir engaño ni dilación.
Estas casetas de peajes deben ser reubicadas.
Por: Hernán Durango.
Durante la reunión de un consejo de seguridad realizada el viernes 5 de
enero en Urabá con participación de la secretaria de Gobierno de Antioquia,
Victoria Eugenia Ramírez; el brigadier general Alberto Sepúlveda Riaño,
comandante de la Décimo Séptima División del Ejército Nacional; el brigadier
general, Carlos Rodríguez Cortés, comandante de la Región 6 de Policía; el
mayor general Ricardo Gómez Nieto, comandante del Ejército Nacional; el coronel
Jairo Orjuela Arévalo, comandante Cacom 5; y el mayor general Ricardo Restrepo,
comandante de la policía Nacional (e), Procuraduría General y los alcaldes de
Apartadó, Carepa y Turbo, por Chigorodó estuvo la secretaria de Gobierno, los
representantes de la Agencia Nacional de Infraestructura, ANI, anunciaron la suspensión del cobro en los tres peajes en
la región de Urabá, los cuales fueron la causa central de las fuertes movilizaciones
populares en los municipios y corregimientos desde el 3 de enero.
Las protestas levantaron siempre la bandera de la reubicación de los peajes
a lo que desde las autoridades departamentales y nacionales solo le brindaron oídos
sordos. Las comunidades acataron el llamado al paro e incluyeron bloqueos, lo
que conllevó a la parálisis total de la industria bananera, el comercio, el
transporte y demás actividades. La jornada inicialmente fue pacífica con un
paro convocado por el Comité de Iniciativas Ciudadanas levantado el día miércoles
3 en horas de la noche ante la nula atención del Gobierno Nacional a la
exigencia de la reubicación de las casetas de cobro.
Ira popular contra el atraco de los peajes
La misma noche del miércoles las movilizaciones de las comunidades de los
municipios del eje bananero se tornaron más
fuertes con bloqueos, enfrentamientos con la fuerza pública, resultando varios heridos y dos muertos. La militarización y represión de
parte de la fuerza pública atizó la situación y el viernes 5 de enero los
manifestantes prendieron fuego a dos casetas de peajes en Riogrande y Cirilo
(Turbo), atacaron a las instalaciones de las alcaldías de Chigorodó, Carepa y
Apartadó, incendiaron una camioneta y dos motos de la Policía, entre otras
acciones. La parálisis fue total en los cascos urbanos de la región de Urabá y
los manifestantes estaban dispuestos a extenderla.
La firmeza y decisión de los habitantes fue fundamental para hacer reversar
la medida por parte de la ANI y se espera por parte de los líderes en Urabá es
que se establezcan mesas de trabajo y de dialogo para definir de una vez por
todas la reubicación de las casetas de peajes, de lo contrario volverá a
encenderse la llama de las protestas en la principal zona agroindustrial de
Colombia.
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