Por: Hernán Durango.
En Soacha, Cundinamarca estas familias
se han nucleado en un proceso comunitario para trabajar por las soluciones a
sus necesidades primordiales de vivienda digna, oportunidades laborales, salud,
educación, entre otras. Desde el pasado mes de abril, cientos de familias
compuestas por desplazados forzados por las violencias, desempleados y
trabajadores informales que fueron expulsados en la pandemia de Covid 19 de sus
sitios de arriendo en el centro y sur de Bogotá, así como de comunas de Soacha,
se han congregado en un predio en la Ciudadela Sucre, comuna 4 que colinda las localidades de Bosa y Ciudad
Bolívar, en el sur de Bogotá, y el Municipio de Soacha.
Son colombianas y colombianos que
allí se encuentran con sus angustias, en su mayoría son indígenas y afros,
campesinos entre los cuales hay personas con discapacidad, mujeres, niños y
adolescentes, explican los directivos de la comisión de dialogo del barrio
Brisas de la Esperanza (así lo han denominado) en un documento enviado a la
Alta Consejería para los Derechos Humanos de la Presidencia de la República,
con una petición central: Que los escuchen y se pueda lograr una solución definitiva
a sus problemáticas.
Denuncian que atraviesan en estos
días una grave crisis humanitaria en el barrio Brisas de la Esperanza de Soacha
por la pandemia de Coronavirus y no han sido beneficiados al menos con una presencia de autoridades de salud. Piden que
desde el gobierno se les permita permanecer en ese lugar con una especie de
campamento humanitario, mientras que por la vías del dialogo y la concertación se
abre paso a las soluciones de fondo, con participación de la comunidad, el
municipio, el departamento de Cundinamarca y la Nación.
En contacto con Pedro Jair
Sánchez, uno de los dirigentes de esas comunidades manifiesta que se han
adelantado con ese fin muchas gestiones ante las autoridades locales y
nacionales y la única respuesta oficial ha sido enviarles la Policía Nacional
con sus grupos represivos ESMAD, Goes, Sijin, para darles bolillo y gases; o
estigmatizar y amenazar a las familias. Refiere que ha habido 2 muertos por
abuso de la autoridad y los agentes de civil pasan y profieren amenazas e
improperios.
“Exigimos que se respete la vida
y se garantice el derecho a una vivienda digna para estas familias vulnerables,
las comunidades del municipio de Soacha, Cundinamarca en el barrio brisas de la
esperanza, exhortan al Alcalde municipal Juan Carlos Saldarriaga que escuche a
los ciudadanos y se permita instalar una mesa de dialogo de manera inmediata.
“La junta directiva de familias ha
propuesto al alcalde instalar una mesa técnica y humanitaria que permita
establecer la hoja de ruta para resolver esta grave problemática. Nuestras
familias están esperando los diálogos señor Alcalde Juan Carlos Saldarriaga, los
ciudadanos de Soacha, Cundinamarca, no están solos, estamos en contacto con
todas las familias, no vamos a permitir más injusticia social con nuestras
comunidades", asegura Pedro J. Sánchez y agrega que la junta está
organizando la información necesaria para exponerla en la mesa de diálogo.
En su mensaje enviado a la Alta
Consejería para los Derechos Humanos de la Presidencia de la República y copias
a organismos defensores de los Derechos Humanos y ONGs las familias de Soacha expresan que “Como
ciudadanos colombianos requerimos de la protección del Estado y por eso
solicitamos encarecidamente su intervención. Construir una mesa técnica y
comunitaria y establecer una hoja de ruta para normalizar la situación. Hagamos
de esta crisis una oportunidad de reconciliación e inclusión social, para
sumarnos a las voces que, desde la Organización Mundial de la Salud OMS, hablan
del buen manejo que sea hecho de la pandemia desde las instituciones de
Colombia”.
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