Por: Tony
López R.
La Habana, Cuba.
Tony López, Periodista, politólogo y analista internacional
En la década del noventa Estados Unidos dedicó parte de su
potencial político, económico y militar, a fortalecer su influencia en Europa,
su principal adversario la Unión Soviética y el llamado campo socialista había
rendido sus banderas y traicionado sus principios, el llamado Socialismo Real
había fracasado. Múltiples son las
razones de ese infortunio de cuyo análisis lo abordaré en otro momento.
Para Washington era
necesario eliminar los riesgos que
pudieran poner en peligro su hegemonía en Europa y el desafío venia por
Yugoeslavia, había que fracturarla y ello es lo que provocó la guerra interna
en Serbia, Bosnia y Herzegovina y Croacia
y luego la intervención militar del gobierno de William Clinton en Kosovo y así
el desmembramiento de lo que fue Yugoeslavia, había que reducirlo a Estados
pequeños y subordinarlos a los intereses estadounidenses.
La continuidad de esas guerras de rapiña, abrió el escenario
a la llamada “primavera de colores” en los países árabes, cuyas consecuencias
son bien conocidas, Irak, Libia y el robo de sus riquezas por parte de Estado
Unidos. Ahora luego de siete años de una fracasada guerra contra el legítimo gobierno de Siria, de nada
les ha servido armar a un ejército de mercenarios que se dedicaron a masacrar a
su pueblo. El otro país víctima de esta ofensiva es Yemen agredido por Arabia Saudita, aliado estratégico de Estados
Unidos en la región y el genocidio de Israel contra el pueblo palestino con el
apoyo de Estados Unidos y la Unión
Europea.
Genocidio que avalan algunos gobiernos latinoamericanos
porque subordinan su política a Washington, como acabamos de presenciar, violan
acuerdos internacionales de la ONU y del Consejo de Seguridad, sobre el tema
palestino como Guatemala y Paraguay que
acaban de trasladar sus embajadas a Jerusalén siguiendo las órdenes de sus
patrones.
En este escenario y
por las aventuras neocoloniales de Washington en Europa y Medio Oriente y
basado en la aplicación de modelos neoliberales en países tan ricos como
México, Brasil, Argentina, Venezuela, Chile,
Perú, Colombia y Ecuador, en la década del 90, la administración
estadounidense estimó tenían asegurado su “patio trasero” . Descuidaron su trabajo de poder e influencia
en esos países, el modelo económico basado en las propuestas del FMI de reducción
del Estado, ajustes fiscales, que provocó profundas y prolongadas recesiones,
desempleo, fuga de capitales, desindustrialización de la economía y acomodo a
la renta petrolera, trajo como consecuencia el fracaso del modelo neoliberal.
Es en este misma década del 90 que con la desaparición de la URSS, surgen los conflictos internos en la
izquierda latinoamericana, especialmente en
los partidos comunistas y el escenario es propicio para la
implementación del modelo neoliberal, modelo que llega a nuestra región tardíamente
y muy difícil de mantener por las grandes y graves desigualdades que provoca en
estos países, incluso la casi desaparición de la clase media, como en
Argentina, la que, junto a todo un pueblo enardecido, derrocó al
gobierno de Fernando de La Rúa, quien tuvo que huir bochornosamente por la
azotea de la Casa Rosada, en un helicóptero.
El fracaso del modelo neoliberal favorece el surgimiento de una nueva corriente
política progresista, democrática y
revolucionaria en América Latina, que
comienza con el triunfo electoral en 1999 del Movimiento RB 200 liderado por el
ex teniente coronel del Ejército Venezolano Hugo Rafael Chávez Frías. El juramento, sobre una moribunda
constitución, como dijo Chávez en su toma de posición como Presidente de
Venezuela, marcaba, un cambio, y así fue, muchos
creyeron que por provenir de las Fuerzas Armadas desarrollaría un gobierno de
subordinación a Washington, pero subestimaron a Chávez y a las bolivarianas
Fuerzas Militares Venezolanas, esas son Fuerzas honorables y valerosas que
defenderán su patria como lo hizo el Libertador.
Es por esa poderosa razón que esas Fuerzas Militares
bolivarianas defienden el modelo político, económico y social que ha escogido
su pueblo y cuyo líder ideólogo lo fue
el comandante en Jefe y Presidente de Venezuela Hugo Chávez Frías y lo continua victoriosamente el presidente
Nicolás Maduro y con el que se enfrentarán los mercenarios que usarán en la anunciada “intervención humanitaria”
donde no tendrán que venir a reconstruir
a Venezuela como anunció eufóricamente el ministro de Hacienda de Colombia Mauricio Cárdenas cuando públicamente dijo:
“el gobierno está preparado para la reconstrucción de
Venezuela, “el día después”. “Colombia está dispuesta a ser un jugador muy
importante en la preparación de ese plan,
y está dispuesta a financiar la reconstrucción y lista para ser
proveedora de productos para Venezuela, el Día después”.
Esta declaración del ministro de Hacienda colombiano, y el ingreso de este país
latinoamericano a la OTAN, es una señal muy precisa de que la agresión contra
Venezuela está en camino, las decisiones de los países del Grupo de Lima y de
la Unión Europea de desconocer la legitimidad de las elección en Venezuela y
vender la idea de que es un Estado Fallido, así como aplicar sanciones
económicas y financieras están en
consonancia con los anuncios de Estado Unidos de aplicar la Doctrina Monroe, el
momento, el cómo y el cuándo, pueden estar relacionados con quien es el ganador
de las elecciones en Colombia, si el candidato de la paz Petro o el de la guerra el señor Duque candidato de la
extrema derecha uribista y del bipartidismo estadounidense.
Otros obstáculos ya eliminados para favorecer la agresión, ha sido
desmovilizar y desarmar a la guerrilla más grande de Colombia, ese era al final
el objetivo del Gobierno de Santos, porque ella se podía convertir en la retaguardia segura del
ejército venezolano, los planes de
agresión son de hace mucho tiempo, desde
que Chávez definiera y su pueblo apoyara el rumbo independiente y socialista de la Revolución Bolivariana, no olvidar el fallido Golpe de
Estado de abril 2002, la detención de
más de 100 paramilitares colombianos detenidos en el 2004 para atentar contra
el presidente Hugo Chávez con el apoyo de la oposición
venezolana.
Colombia y Brasil son los dos países escogidos para el inicio
de estas nuevas acciones injerencistas, usando al paramilitarismo, ahora
fortalecido y asentados en la frontera con
Venezuela.
El escenario se está preparando para esa “ intervención humanitaria” y para ella
trabaja febrilmente el corrupto Secretario General de la OEA, Luis Almagro,
pero el “tiro le puede salir por la culata”,
la crisis brasileña y del gobierno de Macri, la de Perú, Chile, la crisis económica y de violencia política
en México y Colombia, la
inconstitucional elección del presidente hondureño, la destitución de su aliado español el corrupto
presidente Mariano Rajoy, le pueden complicar el Plan, por las debilidades e inconsecuencias,
de sus aliados y van camino a una segura
derrota.
No pueden desconocer que la Revolución Bolivariana será
defendida por su pueblo, sus honorables fuerzas armadas y su milicia obrera,
con dignidad, valentía y fiereza, también el acompañamiento internacional de
rechazo a este plan de Estados Unidos, cuyo gobierno y su Presidente Donald
Trump tiene muchas contradicciones y debilidades internas y una aventura en
Venezuela, lo pueden llevar a un fracaso
electoral el próximo noviembre.
Hay que hacerles un recordatorio al Grupo de Lima, a la Unión
Europea y al gobierno de Estados Unidos: Remenber Playa Girón, Cuba 1961.
(*) Periodista,
politólogo y analista internacional.
GRACIAS POR DIFUNDIR.
No hay comentarios:
Publicar un comentario