domingo, 10 de mayo de 2020

No olvidemos que el “Día de la madre” nació en oposición a las guerras


POR: OSCAR H. AVELLANEDA

En 1870 la escritora estadounidense Julia Ward Howe, pionera de la lucha contra la esclavitud y por los derechos de las mujeres, convocó a las madres del mundo a rebelarse contra la guerra, propuesta profundamente humana y pacifista que mantiene plena vigencia, pero la sociedad capitalista de consumo la convirtió en una vulgar celebración comercial.

Las madres son gestoras de la vida, las guerras son gestoras de muerte y destrucción.

Hoy el imperialismo norteamericano amenaza iniciar una nueva guerra, invadiendo Venezuela, para lo cual ha desplegado buques y portaaviones frente a sus costas.

Venezuela cuenta con el apoyo solidario de Rusia, la República Popular China y los Pueblos del Mundo, por lo cual la agresión de EEUU iniciaría una tercera guerra mundial.

Colombia no estaría al margen, por cuanto EEUU mantiene 9 bases militares en nuestro territorio, y con la criminal complicidad de Iván Duque se están entrenando paramilitares que pasarían la frontera para iniciar una confrontación que únicamente dejaría muerte, dolor y destrucción a ambos lados de la frontera.

Julia Ward Howe llamó a una protesta mundial de mujeres contra las crueldades de la guerra:

“¡Levántense, mujeres de hoy! ¡Levántense todas las que tienen corazón, sin importar que su bautismo haya sido de agua o lágrimas!

“Nuestros maridos no regresarán a nosotras en busca de caricias y aplausos, apestando a matanza. No se llevarán a nuestros hijos para que desprendan todo lo que hemos podido enseñarles acerca de la caridad, la compasión y la paciencia.

“Nosotras, mujeres de un país, tendremos compasión hacia aquellas de otro país, para no permitir que nuestros hijos sean entrenados para herir a los suyos.

“Desde el seno de una tierra devastada, una voz se alza con la nuestra y dice ‘¡Desarma! ¡Desarma!’

“La espada del asesinato no es la balanza de la justicia. La sangre no limpia el deshonor, ni la violencia es señal de posesión.

“En nombre de la maternidad y la humanidad, les pido solemnemente que sea designado un congreso general de mujeres, sin importar la nacionalidad, y que se lleve a cabo en algún lugar que resulte conveniente, a la mayor brevedad posible, para promover la alianza de diferentes nacionalidades, y el arreglo amistoso de cuestiones internacionales”.

En 1873, mujeres en 18 ciudades estadounidenses realizaron la primera reunión del Día de las Madres, y el 9 de mayo de 1914 en EEUU se estableció por ley el segundo domingo de mayo como Día de las Madres. La idea pasó a Europa y casi 40 países iniciaron las celebraciones que luego se extendieron a casi todo el mundo.

Julia luchó de manera incansable en favor de los derechos de las mujeres, por el derecho al sufragio femenino, y contra la esclavitud.

Defendió la importancia de las mujeres en su papel de madres, como garantes de los valores humanos y transmisoras de las virtudes fundamentales de la sociedad, y fue la primera mujer admitida en la Academia Estadounidense de las Artes y las Letras.

Es deber de los comunistas, y de todas las mujeres y hombres de buena voluntad, continuar apoyando la lucha por un mundo en PAZ sin armas nucleares, químicas, ni biológicas, y alertar a los Pueblos sobre los peligros de una guerra nuclear, que podría ser desatada por un loco como Donald Trump, lo cual acabaría con toda forma de vida sobre la Tierra.  

Los recientes programas estadounidenses de “defensa” biológica (en realidad Guerra biológica) indican que continúan adelantando investigaciones prohibidas por la Convención sobre armas biológicas.  

Cuando comenzaron a surgir los primeros casos del virus Sars-cov-2, causante de la enfermedad Covid-19, los medios de comunicación al servicio del imperialismo no dudaron en acusar a China y asegurar que el brote se había originado en el mercado de animales ubicado en la ciudad de Wuhan.

La interrogante de dónde, cuándo, cómo y por qué comenzó el virus todavía no ha podido ser respondida con certeza, pero una investigación realizada por científicos de la Universidad de Cambridge, y publicada en la revista científica Proceedings of the National Academy of Sciences (PNAS) señala que, “tras examinar una gran cantidad de cepas de todo el mundo, lograron calcular que el brote inicial ocurrió entre el 13 de septiembre y el 7 de diciembre de 2019 y no a finales de año como se había indicado antes” y agregan:  

“Es demasiado pronto para decir que Wuhan es la fuente de COVID-19. El virus pudo haber mutado en su forma final 'humanamente eficiente' hace meses, pero se quedó dentro de un murciélago u otro animal, o incluso dentro de un humano durante varios meses sin infectar a otras personas. Y luego comenzó a infectar y propagarse entre los humanos entre el 13 de septiembre y el 7 de diciembre”.

Nuevas investigaciones realizadas por científicos chinos y japoneses han revelado que el virus no se originó en la nación asiática, sino en Estados Unidos, a miles de kilómetros de Wuhan, y dejan claro que el brote no provino del consumo de serpientes ni murciélagos, tal y como se apresuraron a reportar, sin pruebas, todos los medios imperialistas.

Quienes piensan que la guerra biológica es cosa de la imaginación o del pasado están en un error...

El programa estadounidense de armas biológicas empezó “oficialmente” en 1943 bajo el gobierno de Franklin D. Roosevelt, y durante la Segunda Guerra Mundial EEUU desarrolló un gran arsenal de agentes y armas biológicas, en forma secreta.

El imperialismo norteamericano tiene una larga historia de experimentos y crímenes por el uso de armas biológicas y América Latina ha sido usada como laboratorio:

Gerald Colby y Charlotte Dennet lo describieron en su libro: “Hágase tu voluntad: la conquista del Amazonas: Nelson Rockefeller y el evangelismo en la era del petróleo” 1996 (Thy Will Be Done. The Conquest of the Amazon: Nelson Rockefeller and Evangelism in the Age of Oil).

Los científicos y religiosos estadounidenses al servicio de Instituto Lingüístico de Verano, creado por la Fundación Rockefeller y la CIA se deshacían en los años 1960-1970 de las tribus de nativos en la Amazonía, en cuyo territorio se encontraban yacimientos de petróleo usando la propagación de diferentes virus.

La técnica preferida usada en Brasil y Perú fue el envenenamiento del agua, la comida y el suministro a los nativos de ropa, y sábanas “para mejorar su nivel de vida”, que estaban infectadas por virus.

El libro precisa que la población indígena en la selva de Brasil en 1958 era de unos 200.000 habitantes, pero, debido al genocidio físico y biológico, para 1968 más del 50% de los nativos de la Amazonía habían muerto.

Como los indígenas no querían abandonar sus ricas tierras, “había que usar la fuerza”, escribió después uno de los misioneros estadounidenses, conocido como el padre Smith. Así se logró el acceso de las corporaciones de Rockefeller al oro, petróleo, diamantes y metales raros en el Amazonas.

En 1971 la CIA introdujo en Cuba el virus de la peste porcina africana para provocar un levantamiento popular que derribara “el régimen comunista”, afectando la alimentación del Pueblo Cubano, y diez años después, introdujo 3 cepas del virus del Dengue, lo que produjo una devastadora epidemia que mató 158 personas, entre ellos 101 niños.

Para atacar a Cuba con el dengue, los biólogos militares norteamericanos habían realizado en 1981 en Fort Detrick, Maryland, pruebas con Aedes aegypti, el mosquito transmisor del dengue.

Los agentes biológicos probados en la década de los 90 en prisioneros del Departamento Correccional de Texas fueron posteriormente usados en Irak durante la invasión norteamericana, según los estudios del bioquímico norteamericano Garth L. Nicolson.

En su testimonio escrito para el Congreso norteamericano, el científico remarcó que “miles de veteranos norteamericanos de la Guerra del Golfo sufren las consecuencias de haber estado expuestos a las armas radiológicas, químicas y biológicas” (‘Written Testimony of Dr. Garth L. Nicolson, Committee on Veterans Affairs, United States House of Representatives’, enero 2002).

El profesor de derecho internacional Francis Boyle, de la Universidad de Illinois, afirma que el actual virus del Zika es un arma biológica patentada por el Fondo Rockefeller en 1947.

Desde 1975 EEUU ratificó los tratados internacionales que prohíben el uso de armas biológicas. Sin embargo, ¿alguien sensato cree que los respeta?

Al felicitar hoy a todas las madres del mundo en su Día, recordamos que estamos comprometidos con la lucha por un mundo en PAZ, y rechazamos con firmeza toda agresión contra el heroico Pueblo Venezolano y el legítimo Gobierno de Nicolás Maduro Moros.

Fuentes:
https://pacocol.org/index.php/noticias/internacional/1006-el-dia-de-la-madre-nacio-en-oposicion-a-las-guerras
https://www.pacocol.org/index.php/noticias/salud/11466-segun-u-de-cambridge-covid-19-no-surgio-en-wuhan-ni-en-diciembre
https://www.pacocol.org/index.php/noticias/salud/11125-el-virus-covid-19-se-habria-originado-en-eeuu-y-no-en-china

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