ESTE ES EL DOCUMENTO:
Desafortunadamente, la paz y la reconciliación de los
colombianos tiene aún enemigos poderosos, que no escatiman esfuerzo en
torpedear la implementación de los acuerdos, ni pierden oportunidad para
sembrar cizaña y tratar de sabotearlos.
Señor:
Juan Manuel Santos
Presidente de la República.
El Consejo Político Nacional de
la Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común, FARC, desea expresarle nuestra
preocupación frente a la cadena de hechos que se vienen presentando en los
últimos días y que afectan de diversa forma a comunidades, integrantes en
proceso de reincorporación de nuestro Partido, así como algunos Espacios
Territoriales para la Capacitación y la Reincorporación.
Como es de su conocimiento,
recientemente culminó su trabajo la misión tripartita encargada de verificar el
cumplimiento de los compromisos de las partes con relación al Acuerdo de Cese
al Fuego y Hostilidades Bilateral y Definitivo y la Dejación de las Armas. El
balance es altamente positivo; su característica fundamental fue la casi
inexistencia de casos de violación a los protocolos, y por el contrario, el
respeto de las obligaciones pactadas en dicho Acuerdo, por parte del Estado y
la insurgencia; algo reconocido a nivel nacional e internacional.
Nadie puede poner en duda que,
con ese Acuerdo, logramos parar más de 50 años de confrontación, algo
impensable hasta hace poco; pero lo que es más importante, comenzamos a
cimentar la confianza entre las partes enfrentadas militarmente, base para la
necesaria reconciliación y reconstrucción de nuestra nación.
Por lo anterior, llaman la
atención, hechos como los ocurridos recientemente en el municipio de Tumaco,
departamento de Nariño, en los que perdieron la vida por lo menos 6 campesinos
y otros más resultaron heridos, cuando protestaban por el incumplimiento de los
compromisos del Gobierno contenidos en el punto 4 de los Acuerdos de La Habana,
y que como todo lo indica, involucra responsabilidad de efectivos de la Fuerza
Pública, según los informes, hasta ahora conocidos, de la Defensoría del Pueblo
y otros entes investigadores; a lo que debemos agregar el asesinato de
reconocidos líderes comunitarios en la misma zona.
Asimismo, el día de ayer nos
enteramos de la irrupción de la Fuerza Pública en el Espacio Territorial de
Capacitación y Reincorporación Ariel Aldana, en el mismo municipio de Tumaco,
con el fin de detener al ciudadano Tito Aldemar Ruano Yandún, quien figura como
miliciano en las listas entregadas para acreditación por parte de las FARC-EP
para todos los efectos relacionados con los acuerdos firmados entre el Estado y
la insurgencia.
En este caso, más allá de las
diferencias que podamos tener, en cuanto a la condición de integrante de las
FARC-EP, de dicho ciudadano, nos interesa llamar la atención sobre la necesidad
de respetar los mecanismos acordados para la solución de diferencias entre las
partes para evitar que se pierda la confianza construida; lo que para nada
cuestiona la potestad del Estado para hacer presencia en todo el territorio
nacional.
Comprendemos que una paz estable
y duradera implica, por parte del Estado y los ciudadanos, el respeto de la ley
y los compromisos adquiridos.
Otro hecho ocurrido en las
últimas horas aumenta nuestra preocupación: en el municipio de San José del
Guaviare, vereda Colinas, en el Espacio Territorial de Capacitación y Reconciliación
Jaime Pardo Leal, unidades de la Fuerza Pública dispararon contra dos ex
combatientes de las FARC-EP, afortunadamente sin consecuencias físicas que
lamentar, luego de que en la misma zona explotara una motocicleta bomba, cuya
autoría se desconoce. Al momento de la explosión, nuestros compañeros se
encontraban en una finca de ese Espacio Territorial, recogiendo hojas para
envolver unos tamales y fueron objeto de los disparos de las armas oficiales,
cuando caminaban de regreso a sus viviendas.
No permitamos, señor presidente,
que llegue a deteriorarse la confianza entre las partes, tan costosamente
construida a lo largo de estos meses. El Acuerdo firmado, sus protocolos y
desarrollos posteriores, contienen los mecanismos necesarios para garantizar
que cualquier diferencia o incidente pueda resolverse dentro del espíritu del
consenso y el entendimiento entre las partes.
Desafortunadamente, la paz y la
reconciliación de los colombianos tiene aún enemigos poderosos, que no
escatiman esfuerzo en torpedear la implementación de los acuerdos, ni pierden
oportunidad para sembrar cizaña y tratar de sabotearlos.
Convoquemos todos los mecanismos,
nacionales e internacionales, contemplados en los acuerdos para que, de manera
objetiva y sosegada, nos sentemos a analizar las actuales dificultades, con la
certeza que así encontraremos la forma más adecuada para fortalecer la
construcción de la paz estable y duradera en nuestro país; y de paso, cerrarle
el camino a quienes buscan beneficiarse de clima de incertidumbre que rodea la
etapa de implementación.
Compatriotas,
Consejo Político Nacional
Fuerza Alternativa Revolucionaria del Común.
FARC.
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