Declaración del Ministerio de Relaciones
Exteriores: No existen evidencias de los incidentes contra diplomáticos de EEUU
en Cuba
3 octubre 2017
Raúl Castro, Presidente de Cuba
El 29 de septiembre de 2017, el
Secretario de Estado de los Estados Unidos, Rex Tillerson, anunció la decisión
de reducir significativamente el personal diplomático de su Embajada en La
Habana y retirar a todos los familiares, con el argumento de que se han
producido “ataques” contra funcionarios del gobierno estadounidense en Cuba,
que les han causado afectaciones a su salud.
El 3 de octubre de 2017, una vez
más, el gobierno estadounidense, en una acción injustificada, decidió que 15
funcionarios de la Embajada de Cuba en Washington abandonen el territorio de
los Estados Unidos, sobre la base de que han reducido su personal diplomático
en La Habana y que el gobierno cubano no habría dado los pasos necesarios para
prevenir “ataques” contra estos.
El Ministerio de Relaciones
Exteriores protesta enérgicamente y denuncia esta decisión infundada e
inaceptable, así como el pretexto utilizado para justificarla, al afirmarse que
el gobierno de Cuba no adoptó todas las medidas adecuadas para prevenir los
alegados incidentes.
En la reunión sostenida, a
propuesta de la parte cubana, con el secretario de Estado, Rex Tillerson, el
ministro de Relaciones Exteriores, Bruno Rodríguez Parrilla, le advirtió de no
tomar decisiones apresuradas sin sustento en evidencias, lo instó a no
politizar un asunto de esta naturaleza y le reiteró la solicitud de cooperación
efectiva de las autoridades estadounidenses para esclarecer los hechos y
concluir la investigación.
Es la segunda ocasión, después
que el 23 de mayo de 2017 el Departamento de Estado ordenara que dos
diplomáticos cubanos en Washington abandonaran el país, en que el Gobierno de
los Estados Unidos responde de manera precipitada, inapropiada e irreflexiva,
sin evidencias sobre la ocurrencia de los hechos invocados, en los que Cuba no
tiene responsabilidad alguna, y sin que haya concluido la investigación que
está en curso.
Tal como fuera trasladado por el
Canciller cubano al secretario de Estado Tillerson, el 26 de septiembre de
2017, Cuba, que ha sido víctima en el pasado de atentados contra miembros de su
personal diplomático, asesinados, desaparecidos, secuestrados o agredidos en el
ejercicio de sus funciones, cumple con toda seriedad y rigor sus obligaciones
con la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas de 1961, en lo que se
refiere a la protección de la integridad de los agentes diplomáticos
acreditados en el país, en lo cual puede mostrar un historial impecable.
Como informó el Ministerio el
pasado 9 de agosto, desde que la Embajada y el Departamento de Estado de los
Estados Unidos informaran, el 17 de febrero de 2017, la presunta ocurrencia de
incidentes contra algunos funcionarios de esa sede diplomática y sus familiares
desde noviembre de 2016, alegando que les causaron daños y otras afecciones,
las autoridades cubanas han actuado con suma seriedad, profesionalismo e
inmediatez para esclarecer esta situación e iniciaron una investigación
exhaustiva y prioritaria por indicación del más alto nivel del Gobierno. Se
reforzaron las medidas de protección de los diplomáticos estadounidenses, sus
familiares y sus residencias, se habilitaron nuevos canales de comunicación
expedita de la Embajada con el Departamento de Seguridad Diplomática y se creó
un comité de expertos para el análisis integral de los hechos, integrado por
autoridades policiales, médicos y científicos.
Ante la tardía, fraccionada e
insuficiente información suministrada por los estadounidenses, las autoridades
cubanas solicitaron a la Embajada de los Estados Unidos precisiones e
informaciones adicionales que permitieran realizar una investigación seria y
profunda.
La Embajada de los Estados Unidos
solo entregó algunos datos de interés sobre los supuestos incidentes, después
de que el 21 de febrero, el Presidente Raúl Castro Ruz reiterara personalmente
al Encargado de Negocios a.i. de esa Misión diplomática la importancia de
compartir más información y cooperar entre las autoridades competentes de ambos
países. No obstante, los datos suministrados con posterioridad continuaron
careciendo de descripciones o detalles que facilitaran la caracterización de
los hechos o la identificación de posibles autores, en caso de haberlos.
En las semanas posteriores, ante
nuevos reportes sobre alegados incidentes y la escasa información aportada, las
autoridades cubanas reiteraron la necesidad de una cooperación efectiva,
ampliaron las solicitudes informativas a las autoridades estadounidenses e
insistieron en ser notificadas en tiempo real sobre la ocurrencia de nuevos
incidentes para poder actuar de forma oportuna.
En adición a lo anterior, en aras
de contribuir al proceso investigativo y legal que se radicó en virtud de la
Ley de Procedimiento Penal cubana, se trasladaron a las autoridades de los
Estados Unidos requerimientos informativos como parte del expediente de investigación.
Las informaciones entregadas por
la parte estadounidense han llevado al comité de expertos cubanos a concluir
que estas son insuficientes y que el principal obstáculo para el
esclarecimiento de los incidentes ha sido la falta de acceso directo a los
afectados y a los médicos que los examinaron, la entrega tardía de evidencias y
su carencia de valor, la ausencia de una información primaria fiable y
contrastable, y la imposibilidad de realizar intercambios con expertos de los
Estados Unidos con conocimiento sobre hechos de esta naturaleza y de la
tecnología que pueda haberse empleado, a pesar de haberlo planteado
reiteradamente como una necesidad para avanzar en la investigación.
Solo tras repetidas solicitudes
al Gobierno de los Estados Unidos, representantes de agencias especializadas de
ese país viajaron finalmente a La Habana el pasado mes de junio, se reunieron
con sus contrapartes cubanas y expresaron la intención de cooperar de forma más
sustantiva en la investigación de los supuestos incidentes. Volvieron a visitar
Cuba en agosto y septiembre, permitiéndoseles trabajar en el terreno por
primera vez en más de 50 años, para lo cual se les dieron todas las
facilidades, incluyendo la posibilidad de importar equipamiento, como muestra
de buena voluntad y del gran interés del gobierno cubano en concluir la
investigación.
Las autoridades cubanas valoran
positivamente las tres visitas realizadas por las agencias especializadas
estadounidenses, las cuales han reconocido el alto nivel profesional de la investigación
emprendida por Cuba, con un elevado componente técnico y científico, y que como
resultado preliminar ha arrojado que hasta el momento, de acuerdo con la
información disponible y los datos proporcionados por los Estados Unidos, no
existen evidencias de la ocurrencia de los alegados incidentes, ni de las
causas y el origen de las afecciones de salud notificadas por los diplomáticos
estadounidenses y sus familiares. Tampoco se han identificado posibles autores
ni personas con motivaciones, intenciones o medios para ejecutar este tipo de
acciones, ni se ha establecido la presencia de personas o medios sospechosos en
los lugares donde se han reportado los hechos ni en sus alrededores. Las
autoridades cubanas no están familiarizadas con equipos ni tecnologías que
puedan ser utilizadas para este propósito, ni cuentan con información que
indique su presencia en el país.
Al rechazar categóricamente
cualquier responsabilidad del gobierno cubano en los alegados hechos, el
Ministerio de Relaciones Exteriores reafirma una vez más que Cuba jamás ha
perpetrado ni perpetrará ataques de ninguna naturaleza contra funcionarios
diplomáticos ni sus familiares, sin excepción. Tampoco ha permitido ni
permitirá que su territorio sea utilizado por terceros con este propósito.
El Ministerio enfatiza que la
medida anunciada por el Gobierno de los Estados Unidos, de reducir el personal
diplomático cubano en Washington sin que haya resultados investigativos
concluyentes ni pruebas de los incidentes que estarían afectando a sus
funcionarios en Cuba, tiene un carácter eminentemente político.
El Ministerio insta a las
autoridades competentes del Gobierno de los Estados Unidos a no continuar
politizando este asunto, lo cual puede provocar una escalada indeseada, así
como enrarecer y hacer retroceder más las relaciones bilaterales, ya afectadas
por el anuncio de una nueva política realizado en junio pasado por el
presidente Donald Trump.
El Ministerio reitera la
disposición de Cuba a continuar propiciando una cooperación seria y objetiva
entre las autoridades de ambos países, con el objetivo de lograr el
esclarecimiento de estos hechos y concluir la investigación, para lo cual será
esencial la colaboración más eficiente de las agencias competentes de los
Estados Unidos.
La Habana, 3 de octubre de 2017
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