martes, 23 de febrero de 2016

Continúa el terrorismo contra defensores de víctimas en la región caribe. Sicarios atentaron contra hijo del defensor de derechos humanos,Eduardo Hernández Muriel.

Cartagena. 

Según la noticia divulgada por el Diario El Univerdal de la ciudad de  Cartagena, el coordinador de la Mesa de Víctimas de Cartagena, Eduardo Hernández Muriel, denunció el atentado del que su hijo Marcos Hernández Porras, de 26 años, fue víctima hacía las 10 a.m. de ayer, cuando trabajaba como mototaxista en el barrio La Esperanza.


El joven, estudiante de Salud Ocupacional, fue sorprendido por dos sicarios motorizados que le propinaron dos impactos de bala, uno en el oído derecho con orificio de salida por el pómulo izquierdo, y el otro en la espalda, alojándose el proyectil en uno de sus hombros.


Marcos fue trasladado de inmediato al CAP de La Esperanza y posteriormente remitido a otra clínica de la ciudad, donde recibe especial atención. Su estado es estable.


"Él iba en su moto y alguien lo detuvo, él cogió la carrera, llegaron hasta la calle 44 de La Esperanza, donde se baja el tipo que él lleva como parrillero, llama por cel y mi hijo alcanza a escuchar que dice 'ya'. Él se percata de la situación, empieza a acelerar la moto, pero llega otro moto y la persona que iba en la parte de atrás sacó el arma y le disparó", relató con angustia Hernández.


El líder de víctimas asegura que hace tres meses, a través de panfletos, había recibido amenazas de las llamadas "Autodefensas Gaitanistas de Colombia" o el conocido "Clan de Los Úsuga", donde lo obligaban a abandonar la defensa de las víctimas del conflicto armado. Sus hijos también han sido blanco de intimidaciones.


"Nos dijeron que como nosotros siguiéramos incidiendo en la defensa de las víctimas, de los desplazados, que como siguiéramos de sapos, nos iban a dar por donde más nos duele, y por donde más nos duele es nuestra familia. Pensamos que esto es una retaliación, porque si hubiera sido para robarlo se le hubieran llevado la moto y el bolso que cargaba. Los tipos cuando ya lo hirieron, hicieron disparos al aire como para que no los siguieran", señaló.


¿Y la protección?

Hernández Muriel dijo que hasta el momento no tiene un esquema de seguridad sólido que le permita estar a él y su familia estar confiados de que realmente están protegidos.


"Yo tengo una protección, pero blanda. Necesito una protección fuerte como dirigente, para mi familia y para mí, obviamente no descuidando la seguridad de mis otros compañeros que hacen parte de la Mesa y que también están amenazados", precisó.


Según el representante de la Asociación de Desplazados de Cartagena, para su seguridad, la Unidad Nacional de Protección (UNP) sólo le entregó un chaleco antibalas, un celular con 150 minutos y un subsidio de transporte, el cual no recibe desde hace tres meses.


El vocero de las víctimas llegó desplazado a Cartagena desde 1992, siendo concejal de la  Unión Patriótica, en el municipio de Acandí, Chocó, y hace más de 14 años representa a cerca de 120.000 personas en la ciudad.


"Le pedimos al gobierno que nos tenga más en cuenta en nuestra labor cotidiana como defensores de derechos humanos, de tierras, defendiendo a estas víctimas del conflicto, que quedaron en un fuego cruzado. Ya de todo esto tiene conocimiento el Gobernador de Bolívar, el Alcalde, el Secretario del Interior y el Comandante de Policía del Distrito, estamos esperando respuesta", recalcó.


Se pudo establecer que Marcos Hernández, es sobrino de Noemí Porras, Secretaria de la Mesa de Victimas y Representante del Género Mujer Víctimas de la Mesa Departamental de Bolívar.


El atentado ya fue puesto en conocimiento de la Fiscalía, la Unidad Nacional de Protección, Unidad de Víctimas, Procuraduría, Defensoría del Pueblo, Personería Distrital y los senadores Iván Cepeda y Claudia López, quienes han seguido de cerca el tema de las víctimas en el país.



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